ERIK ERIKSON
(0-1 año) CONFIANZA / DESCONFIANZA: la confianza la da la madre, lo provee de todas sus necesidades básicas. Surge desconfianza cuando la figura proveedora no puede asistirlo en una situación de dolor. La base es la calidad de la relación materna. Guiar a través de los límites. Se resuelve externalizando el dolor e internalizando el placer. Piscopatología: esquizofrenia infantil, modelo masoquista.
(2-3 años) AUTONOMIA / VERGÜENZA: Maduración muscular lleva a agarrar y soltar. Los padres deben protegerlo contra la anarquía frente a su incapacidad de retener y soltar con discreción. No deben avergonzarlos con demasía pues generará dudas. Etapa decisiva para proporcionar amor/ odio, cooperación/ terquedad, libertad de autoexrpresión/ supresión. Autocontrol sin pérdida de autoestima. Ley y orden.
(3-6 años) INICIATIVA/ CULPA: Desenvolvimiento vigoroso, exceso de energía, Iniciativa para todo lo que hace, el peligro es el sentimiento de culpa. Los padres deben poner límites enérgicos, Etapa de los complejos de edipo y de castración. Desarrollo de la responsabilidad moral (Superyo). Los padres ayudan al niño a autoregularse. Psicopatología: negación histérica, exceso de represión del deseo, enfermedad psicosomática.
(7-12 años) INDUSTRIA / INFERIORIDAD: Latencia del deseo de ser progenitor. Sentido de la industria: adaptación a las herramientas culturales. Etapa escolar. Peligro: inadecuación o inferioridad o que el trabajo sea el único criterio de valor.
(12-18 años) IDENTIDAD/ CONFUSIÓN DE ROL: pubertad, cambios corporales, madurez genital, revolución hormonal. Capacidad del yo para integrarse en una identidad. Peligro: confusión de rol. Se mimetizan con el resto, crisis de valores ideológicos, religiosos, morales. Dejarlos experimentar con guía y diálogo. Psicopatología: adicciones, ideologías extremas.
(20 años) INTIMIDAD/ AISLAMIENTO: Necesidad de compartir la identidad con otro (intimidad). Peligro: aislarse por temor a la pérdida.Verdadera genitalidad, orgástica, heterosexual, plena sensibilidad del pene y la vagina. Psicopatología: relaciones íntimas competitivas, relaciones sexuales sádicas, serios problemas de carácter.
(20 a 50 años) GENERATIVIDAD/ ESTANCAMIENTO: el hombre maduro necesita ser necesitado, guiar, generar. Peligro: estancarse. Psicopatología: regresión a una necesidad obsesiva de pseudointimidad, estancamiento y empobrecimiento personal: temprana invalidez física y psíquica.
(50 y 80 años) INTEGRIDAD/ DESESPERACIÓN: Integridad del YO, aceptación del ciclo de la vida y de las etapas anteriores. Defiende la dignidad de su estilo de vida. Relación entre la integridad adulta y la confianza infantil: los niños sanos no temerán a la vida si sus mayores tienen la integridad suficiente como para no temer a la muerte. Psicopatología: desesperación por la no aceptación de la propia vida y la imposibilidad material de cambiarla. Miedo al a muerte.
MELANIE KLEIN
Desde la perspectiva psicoanalítica de Melanie Klein, el desarrollo personal se concibe como enriquecimiento de la personalidad que se refiere a la superación de etapas tempranas de la niñez (que pueden volver a surgir en la vida adulta), la superación de los conflictos que estas etapas conllevan, como la ansiedad, culpa, envidia y logro de la gratitud, alcanzar el equilibrio con el mundo psíquico interno y el mundo externo, y desarrollar la capacidad de disfrutar de las cosas y llevar relaciones gratificantes de amor con los otros.
De estos estadios tempranos, dos son los que mayor importancia tienen en la vida según Klein.
El primero es la posición esquizo-paranoide que se desarrolla durante los primeros 3 a 4 meses de vida. Según Klein los seres humanos poseemos dos instintos básicos, el de vida o amor y el de muerte u odio, debido a la lucha que se produce entre estos dos instintos y el sentimiento de ansiedad persecutoria que se produce en el niño, producto del miedo de que este impulso agresivo le cause daño, el niño lleva a cabo procesos de escisión, en que el odio y la ansiedad se proyectan hacia el primer objeto de relación que posee, que es el pecho de la madre, que pasaría a ser el pecho malo, y los sentimientos de amor se proyectan en el pecho gratificador bueno.
En relación con la posición depresiva, según Klein, se establece el complejo de Edipo alrededor de los 2 años. La angustia y la culpa incrementarían la necesidad de la externalizar (proyectar) figuras malas y de internalizar (introyectar) figuras buenas; de lograr los deseos, el amor, los sentimientos de culpa y tendencias reparatorias a ciertos objetos y el odio y la angustia a otros, de encontrar en el mundo exterior representantes de las figuras internas, hechos que ocurren en el complejo edípico.
Luego del complejo de Edipo y la etapa de latencia, este interjuego de progresión, que está influido por la ansiedad, llega a dominar las tendencias genitales (Klein, 1988). A consecuencia de ello la capacidad para reparar aumenta y se alcanzan las sublimaciones genitales que en el caso de la mujer son la fertilidad, el poder de dar vida y por lo tanto recrear objeto perdidos y en el hombre el elemento de dar vida se haya vinculado con la fantasía de fertilizar a la madre dañada o destruida y así restaurarla.
Con esta tendencia aumentada en la reparación, la ansiedad y culpa disminuyen considerablemente, con lo que el niño puede desarrollar relaciones estables con sus padres y posteriormente con los otros, predominando el amor ante el odio.
A parte de la superación y desarrollo de estas etapas y de la superación de la ansiedad y la culpa por miedo de la reparación, de acuerdo con Klein es fundamental para lograr el desarrollo personal la superación de la envidia y el logro de la gratitud.
Según Klein el niño siente envidia del pecho, pues, aunque éste lo satisfaga, contiene todo lo que él desea y que le es negado, dejándose todo lo bueno para sí. Debido a esto el niño desea dañar el pecho materno y recobrar lo que es suyo. Si la envidia del pecho es muy fuerte el niño no podrá obtener gratificación, en cambio, si ésta es superada (lo que está dado en gran parte por factores constitucionales) el niño podrá obtener gratificación y experimentará gratitud, lo que es esencial para apreciar bondad en otros y en uno mismo y hace posible el sentimiento de unidad con otra persona, hecho esencial en toda amistad o relación amorosa feliz.
El desarrollo personal estaría estrechamente vinculado con la gratitud, pues ésta permite desarrollar la generosidad que según Klein es la base para el enriquecimiento personal "la riqueza interna deriva de hacer asimilado el objeto bueno, de modo que el individuo se hace capaz de compartir sus dones con otros. Así es posible introyectar un mundo externo más propicio y como consecuencia se crea una sensación de enriquecimiento". Sin esta gratitud el sentimiento de envidia, o sea haber dañado el objeto amado, destruye la confianza del individuo y la sinceridad de las relaciones y su propia capacidad de amor y ser bondadoso.
La gratitud es fundamental para gozar no sólo de las relaciones con otros, sino que también de distintos intereses, disfrutar del trabajo, abriendo camino a múltiples fuentes de satisfacciones.
Se puede concluir entonces que para Klein, la base del desarrollo personal es el logro del amor, la superación de la ansiedad, la culpa y envidia y el poder experimentar la gratitud a través del desarrollo.
Sigmund Freud
Etapa Oral (0-2 años) Placer ligado a la alimentación: zona erógena la boca. Alimentación y placer de succión son la clave de la etapa. Primer impresión del mundo: satisfacer su necesidad de alimentos. Empezará a diferenciar el yo del resto a través del conocimiento de los objetos por la boca (ELLO).
Etapa Anal (2-3 años) La zona erógena es el ano por el placer de defecar y el valor simbólico de las heces como algo propio que se produce, se retiene y se libera. Comienza con el control de efínteres: el control gratifica a los padres. El aprendizaje de la limpieza somete al niño a las exigencias de los padres. Comienzan a caminar y el dominio motor les da autonomía. Hábitos de socialización. Sentimientos de vergüenza y repugnancia.
Etapa fálica (3-4 años) La zona erógena son los genitales: reconocen sólo el órgano masculino, la oposición de sexos equivale a la oposición fálico- castrado. Experimentan masturbación sin orgasmo. Declina el complejo de edipo: los niños se enamoran de sus madres y las niñas de sus padres, el otro progenitor es visto como rival. Su resolución marcará las relaciones del niño en el futuro. La resolución deseable es que el niño tome como modelo al padre y la niña a la madre, reprimiendo el deseo hacia el otro progenitor (YO y SUPERYO). Complejo de castración: en el niño por el miedo a perder su órgano como castigo por sus deseos sexuales. En la niña porque descubre la falta de pene y siente haber sido castrada.
Etapa de Latencia (5-12 años) Declina la sexualidad infantil, se intensifica la represión (amnesia). Predomina la ternura por sobre los deseos sexuales. Aparecen el pudor, el asco, aspiraciones morales y éticas. La energía se concentra en actividades sociales como la escuela, el deporte, la lectura. Por eso es la edad de la escolarización. El superyo domina al ello. Se desarrolla el pensamiento social, lógico y moral.
Etapa Genital (12 a 18 años) Zona erógena los genitales, se completa el desarrollo psicosexual. Rebelión frente a la autoridad, se forman grupos de pares, cambios físicos y hormonales.
Señala diez items del Síndrome Normal de la Adolescencia.
- Búsqueda de sí mismo.
- Tendencia grupal.
- Necesidad de intelectualizar y de fantasear.
- Crisis religiosa, que puede ir desde el ateísmo más intransigente hasta el pensamiento primario.
- Desubicación temporal, donde el pensamiento adquiere las características del pensamiento primario.
- Evolución sexual manifiesta, que va desde el autoerotismo hasta la heterosexualidad genital adulta.
- Actitud social reivindicadora con tendencia antisociales o sociales de diferente intensidad.
- La acción constituye la forma de expresión conceptual más típica en este período de la vida.
- Separación progresiva de los padres.
- Constante fluctuaciones de humor y estados de ánimo.
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